El perfecto salvador

 Para el ego de un terapeuta es un reto intelectual cambiar a las personas. Para un amor fuerte, especial, poderoso, inconmensurable también cambiar lo que sea. Pensó colosalmente: "tengo la verdad, la razón, el utópico camino y deseo salvar a las almas perdidas, mas aún si son lindas y atractivas". 

Solo pedía a cambio una vez salvadas, nunca antes, subyugación incondicional, admiración magnánima, rendición y pleitesía absoluta; nada mas que amor incondicional en su forma mas orgánica.

Pero, "no salvo a cualquiera expresó", era exclusivo, aparte del requisito principal, también era necesario tener problemas emocionales, ser una persona aislada, sin figura parental presente, débil soporte familiar, inestables, inmaduras, con traumas infantiles aun por resolver, inadecuada comunicación, con miedo al compromiso, egocéntricas, muy escépticas de pedir ayuda profesional, mínima toma de conciencia y nulo compromiso con el cambio. 

Todo era una mentira, no quería salvar a nadie, solamente se quería salvar a sí mismo, pero no al del presente, sino al de su pasado, pues pasó todo lo que busca salvar. Solo que él no lo sabia aún.

Su gran deseo es reencaminarlas a la madurez, vida socialmente aceptada y funcional, destacar en el contexto social actual. unicamente así estará satisfecho de su labor profesional aplicada en la vida de una oveja negra descarriada, quien nació para ser rescatada  de si misma. 

Será el mejor  profesional, porque no la quiere salvar en realidad, sino que la necesitaba para sentirse mejor. Total era el perfecto salvador...




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