El paciente curado

 


El paciente curado reconoce sus defectos y valora sus cualidades, 

sin exageración. Ya no se siente ni el más insignificante de los

hombres ni el más inteligente. […]

El paciente curado ha aprendido que ningún dolor es

definitivo, ni absoluto, ni total y que uno siempre conserva en su

interior recursos insospechados para volver a ponerse de pie.

Estar curado es poder reaccionar a lo inesperado, por doloroso

que sea, y reencontrar la capacidad de amar y de actuar. […]

Siempre quedará una parte de sufrimiento, un sufrimiento

irreductible, inherente a la vida, necesario a la vida. Vivir sin

sufrimiento no es vivir.


Juan David Nasio

Comentarios

Entradas populares