Metanoia

 

Le he preguntado al viento que hago con mi dolor:

Me dijo: Suéltalo, déjame esconderlo en las ramas de un álamo, déjame convertirlo en canción que brota del pecho de un ave.

Le he preguntado al río que hago con mi dolor: 

Me dijo: Regrésamelo, deja que se vuelva agua y viértelo en mi cause, para que me lo llevé de vuelta al mar y allá lo vayas a buscar cuando te haga falta.

Le he preguntado al sol que hago con mi dolor:

Me dijo: Quémalo, déjalo que arda, que destruya que consuma, que se haga cenizas y luego sóplale.

Le he preguntado a la tierra que hago con mi dolor:

Me dijo: Siémbralo, deja que yo me encargue de convertirlo en algo bello, que le crezcan las raíces, que te sostengan, y en las ramas de la herida  se pose el colibrí, que algún día te devolverá la sonrisa...

Me he preguntado, que hago con mi dolor:

Me dije: siéntelo, obsérvalo cómo es, que tanto duele, no lo niegues, no lo evites, dale su lugar, llóralo, grítalo, desgarralo; luego acéptalo, hazte cargo, mimetízate, sumérgete en su profundidad; solo entonces comprenderás su causa, verás que no es personal, solo producto de círculos viciosos inconscientes que creían hacer lo correcto. 

Si no hay víctima, tampoco existen victimarios. 

Levántate y comprende que es aquella parte de la vida que viniste a aprender.

El dolor es herencia de muchos inocentes que no supieron que mas hacer. 

Tu única responsabilidad es sanar...