Acompañamiento Terapeútico



“Una campesina acudió a la terapia y estuvo una hora sin decir ni una palabra. El terapeuta permaneció sentado frente a ella, atento y en silencio. Al cumplirse la hora, acordaron mantener una nueva sesión la semana siguiente. Ella llegó y guardó silencio.


Acudió 29 veces y no pronunció ni una sola palabra. En la trigésima hora se presentó con su traje regional de fiesta, bailó ante el terapeuta, le dio las gracias y le dijo que en aquellas 29 horas había recordado toda su vida, había trabajado intensamente y, dado que había resuelto oportuna y felizmente muchos problemas difíciles, quería poner fin a la terapia”

                                                                                        Felix Schottländer (1892-1958)



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